La verdad es que siempre me ha dado una grima que te mueres que me hiciesen cualquier cosa en los ojos. Cuando tenía 12 años mis padres me ofrecieron ponerme lentillas y me costó aceptar la oferta porque me daba asquete tocarme los ojos, luego cuando las probé flipé bastante con lo bien que veía, y encima había dejado de ser una gafotas con cristales de culo de vaso así que mejoró hasta mi autoestima: ahora era una persona normal!
Hace poco, en un ataque de amargamiento de esos que me produce dedicarme mi profesión (que no me gusta demasiado) me planteé que sería guay ser Policía Nacional, y mirando los requisitos para poder ser policía vi que con mis 9 dioptrías de miopía no iba a conseguirlo ni de coña. A cuenta de esto me puse a pensar en varias situaciones de la vida en que no llevar lentillas ni gafas me vendría genial así que hice de tripas corazón y pedí cita para hacerme las pruebas y ver si era una candidata adecuada para operarme los ojos.
